El Hipócrita Pueblo de México

Elecciones 2018

Las elecciones en México una vez más pintan para ser una fiesta a la idiotez y a la doble moral, unas elecciones populares que buscan justificar la democracia ficticia, esa democracia en donde a todos les conviene que el pueblo no sepa votar.

Unas elecciones sin ideologías, en donde los partidos políticos son franquicias del poder y de las promesas convenencieras, unas elecciones que son el principal problema de México desde hace más de 80 años. La base de la corrupción y los asesinatos de la historia moderna de México.

Y es que, por el miedo a ser cazado como bruja, o por el simple hecho de que la chuleta no se les vaya de las manos, la corrupción y la hipocresía son lo que definen al votante mexicano, pero sobre todo la traición, esa traición tan añeja como los tlaxcaltecas y tan moderna como Vicente Fox.

Pero la responsabilidad total de esta maraña de estupideces políticas no la tiene ni la familia Calderón, que sin duda va a declinar por el candidato del Pri, no la tiene Fox que es más priista que Salinas, es más, no la tiene ni el “traidorcito” idiota de Anaya, mucho menos los perredistas miedosos, aún más, la culpa no es del Peje y su discurso bipolar. La culpa es del pueblo de México, ese pueblo sin memoria que busca el beneficio cada 6 o 3 años de la manera más indigna y corriente.

En esta gama de personalidades nacionales, está la del mexicano ignorante, ese que puede votar por el Pri por una torta, o el que se deja embobar por el Peje. Está el mexicano mocho, ese mexicano que se autoengaña y que se siente superior, ya sea por que se cree adinerado o porque sus valores le indican que los “indios” son los que votan por el Pri o por Morena.

Hay un mexicano que se siente primermundista, que se cree un ciudadano de América del Norte y que en Estados Unidos votaría por los demócratas, pues porque son de “Avanzada” y que aquí votarían por los candidatos que ayuden a que México sea el estado 53 del vecino del norte, ese mexicano que se cree empresario a niveles globales y que según él sabe de macroeconomía, ellos también son los que asesinarían a los narcos y a los revoltosos si pudieran. También dan limosna, pero con un poco de asquito. Sí ellos también votan.

En este sentido, ya ni siquiera el voto de castigo es la lógica con la que opera el votante nacional, no les basta con la porquería que el Pri ha hecho, no les basta con la matazón que hizo el Pan, votar por Morena es naco y punto, “mejor que me la sigan atorando, en una de esas me toca algo”. Es la premisa con la que vota el mexicano común.

El odio es otro factor idiotizado, de cualquier lado de la moneda primero te odio y luego vemos los argumentos: “Odio a los pejistas por nacos e ignorantes”, “Odio a los pejistas por que son Evangelistas” “Odio a los priistas porque son ricos” “Odio a los panistas porque son católicos” etc.

Se viene la pachanga de comentarios imbéciles de todos los bandos, se vienen las platicas incomodas con amigos y familiares, pero lo más importante se viene otra oleada de votos a favor del sistema y se viene una posible continuidad de la mediocridad y a la violencia sin sentido.

El mexicano le teme al cambio, el mexicano no va a tener jamás un voto de castigo mayoritario. Y no es porque lo correcto sea votar por el Peje, lo correcto es votar para sacar al gobierno y las familias corruptas que tienen a México en la ruina, El Peje no es la salvación, ni lo será, pero al mexicano le falta carácter para defenderse, ni siquiera por venganza el mexicano sacaría al gobierno actual.

El mexicano prefiere no ser naco y seguir siendo un fiel siervo de Dios, omitir los acosos sexuales, las muertes de mujeres, las violaciones, las porquerías de la iglesia, conseguir un puesto en el gobierno y dejar que se maten todos por las drogas, dar 5 pesos al viene-viene, tomarles fotos a los indígenas tristes y luego lavarse la mano con alcohol porque los saludaron.

El mexicano ya no tiene sangre, su horchata en las venas lo volvieron hipócrita y convenenciero.